Tenía las manos tan largas
que le daban para abarcar una 13ª
(13 teclas)
Rachmaninov,
Prelude in c-sharp minor
op. 2/3
y esto me dan tantas ganas
de volver a acariciarlas...
y sentir como tiembla su respiración...
de sacar a pasear a mis miedos
y a mis dedos...
y de terminar esa inconclusa melodía
que siempre quedó pendiente.
disfrútenlo.