lunes, 4 de mayo de 2009

discutir por discutir


sólo existe una lógica aplastante, la nuestra.
Es increíble darte cuenta de cómo hablamos de aquello que es lógico, decente o no, juzgamos sin más, y nos tomamos todo a la ligera.
Por más que lo intentemos nuestra lógica siempre se basa en lo mismo, nosotros mismos. Entonces. de verdad somos tan tan comprensivos y decentes como decimos? NO.
Somos aquello que vivimos y pensamos, en ese orden, y basamos todo nuestro mundo en ello. Si alguien quiere convencernos de algo, deberá dar argumentos suficientes que cuadren con nuestros planes, de ser lo contrario, nunca, por más que queramos, quedará almacenado en nuestra mente ( apartado de memoria a corto plazo: aquello que no ha sido procesado no quedará almacenado en la memoria conscientemente...) como un punto lógico más en nuestro juicio moral de las cosas;
Es más,creo que me atrevería a describir las fases de una discusión entre dos personas (siempre según las personas que en ella participen.. me basaré pues en una generalización.. a pesar que nunca me hayan gustado). 

Variables a tener en cuenta:
·no existe una verdad absoluta
·todas las verdades, por tanto, son relativas
·si crees que tu verdad es incuestionable, eres un/a cabezón/a
·Aunque en tu casa te den contínuamente la razón no significa que la tengas ante el resto del mundo, tu casa es un mundo paralelo al resto del globo terráqueo.
·no todo lo que no tiene importancia para tí, tiene que ser absurdo para los demás, y viceversa.


Podríamos empezar diciendo que las discusiones buenas suelen salir de temas absolutamente banales ( y sí, es con b, lo busqué en el diccionario de la rae para no cagarla....) y que casi nunca tienen nada que ver con aquello por lo que se va a discutir( intercambiar opiniones suavemente; no estamos adentrando todavía en el tema y no tenemos muy clara la posición del oponente), se hace un juego de turnos habitualmente muy respetados en el que uno habla, el otro escucha y contesta hasta que la conversación subr otro escalón. En el siguiente, la reciprocidad (tú hablas, yo escucho) se ha reducido considerablemente a un: Tú hablas, yo hago como que escucho, pero en realidad no puedo parar de pensar en aquello que te voy a decir y te vas a cagar". Supongo que poco tiempo despues despues adquirimos una curiosa capacidad, dejar grabado en nuestra memoria tan sólo aquello que más nos ha impactado reduciendo el resto a un curioso y pedante "blablabla"
El caso es que, normalmente las posturas de las personas tienden a distorsionarse un poco al final de la misma, sin salirse de nuestra cabezonería humana y de aquello que encaja con lo que pensamos.. El final general de este tipo de discusiones generalmente (siempre)suele ser siempre el mismo...:
"y por qué hemos empezado a hablar de esto?"
"no lo sé, la verdad(...)"


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1 comentario:

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(piiiiiii)